Acusar un evento de malo por que no tiene variedad de juegos de rol o por que los Directores de Juego son fomes o irresponsables es injusto para quienes organizan el evento. Los organizadores poco pueden hacer frente a ese problema, el que existan juegos que se repiten una y otra y otra vez es un factor que ellos no controlan, como tampoco la calidad de un director, pues puede ser muy subjetivo. Desde mi perspectiva los eventos de rol chilenos son malos o mediocres por las siguientes razones:
- Puntualidad: Se ha instaurado casi como una costumbre que un evento de este tipo es anunciado su inicio a una hora tal, pero la realidad es que generalmente empiezan mucho más tarde. Cuando llegas a la hora de inicio (o que se prometió como inicio) aún puedes ver tramollas corriendo de un lado a otro con cartulinas, afiches, mesas y otro sin número de equipo, por que aún no está ordenado el lugar para recibir al público.
- Programa: Casi nunca hay un programa, sólo te prometen actividades, pero no sabes a qué hora tocará el grupo de folclore o a qué hora se realizará el sorteo (si aplica). No existe un programa, es decir aveces llegas temprano, te bancas la ineficiencia de la impuntualidad y te tienes que bancar todo el evento por que la actividad que buscas no se realizará hasta avanzadas horas en la tarde, es decir el asistente va a la suerte con el horario que le toque.
- Respeto: Ya es casi normal las interrupciones en las salas de juegos de rol, ya sea por parte de los mismo organizadores o de terceros. Es sabido que para lograr inmersión se necesita hacer un trabajo de concentración, alcanzar esa concentración toma tiempo. Que en la sala aparezca un sujeto interrumpiendo, invitando a un concurso o presenciar un número artístico, resulta desastroso para varias mesas, sobre todo si en ese momento pasan por una escena de suspenso o tensión. Es una falta de respeto tanto para los Directores como para los jugadores.
- Información: Es habitual que un asistente, durante un evento, tenga dudas o necesite ayuda para resolver un problema menor. Cuando recurre a alguien de la organización algunas veces, ni esa misma persona tiene idea de como ayudar a quien le pregunta, derivándolo a otros como jugando a compra huevos. Las organizaciones deberían instruir mejor a sus colaboradores, ya sean voluntarios o no.
Aunque la crítica pueda parecer generalizada, lo cuál no es mi propósito, está basada sólo en mis experiencias. Debo admitir que hay organizaciones que se esmeran en producir buenos eventos y algunos han cuidado de no cometer estos errores. Sin embargo, sumando y restando, esos son los menos, pues es común ver este tipo de falencias en eventos, quizás no todas a la vez, pero si un subconjunto de ellas.